Un año y medio después, Alvidez, de 32 años, fue condenado a la pena de diez años de prisión al ser encontrado culpable de los delitos de privación ilegítima de la libertad, agravada por haber sido cometido con violencia, lesiones leves doblemente calificadas por haber sido cometidas por un hombre contra una mujer con la que ha mantenido una relación de pareja en un contexto de violencia de género, abuso sexual con acceso carnal por vía vaginal, los que concurren en forma real; tenencia ilegítima de arma de guerra y amenazas con arma. En el juicio declararon como testigos psicólogas y psiquiatras de la OVD y de la Oficina de Asistencia a Víctimas y Testigos (OFAVyT) y detectives del Cuerpo de Investigadores Judiciales (CIJ) del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad que detallaron el estado de vulnerabilidad que vivía Brenda M., “del ciclo de violencia en el que estaba inmersa y del terror, dominio y poder ejercido por el victimario”. En la sentencia, a la que tuvo acceso LA NACION, se sostuvo: “La claridad y cohesión del relato de la víctima en todas las etapas del juicio, la cantidad de lesiones constatadas en su cuerpo , el mensaje por ella enviado a sus parientes, las testimoniales de su madre y hermana —contestes con lo por ella narrado—, su reconocimiento del arma incautada —que presenta la singularidad de tener dos colores—, el comportamiento y mensajes posterior al hecho del imputado, como, así también, los demás elementos de prueba antes enumerados nos alcanzan para tener por acreditado, con el grado de certeza requerido en esta etapa, que Miguel Alvidez privó de la libertad durante toda la jornada y con violencia, a su expareja, la lesionó en reiteradas ocasiones y la abusó sexualmente".
Author: Gabriel Di Nicola
Published at: 2025-09-16 19:00:18
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