Desde los primeros días del cine, las historias de vampiros han sido un terreno fértil para todo tipo de efectos visuales: colmillos postizos, niebla artificial, murciélagos mecánicos… a lo largo de los años, los cineastas han usado de todo para hacer que estas criaturas de la noche cobren vida en pantalla, sin embargo, hay casos, pocos y valientes, en los que el horror no viene de lo artificial, sino de lo absolutamente real. Como parte de su obra maestra 'Nosferatu' de 1979, podemos ver en la secuencia de inicio de la cinta imágenes perturbadoras de cuerpos momificados que, se podría pensar, son un mero recurso de utilería, pero lo cierto es que, en realidad, es todo lo contrario: son momias reales. Werner Herzog decidió usar tomas auténticas de las momias de Guanajuato, un famoso conjunto de cadáveres naturalmente momificados que se encuentran en el Museo de las Momias en México.
Author: Joel Calata
Published at: 2025-05-25 20:31:47
Still want to read the full version? Full article