Cuando en abril Ramzán nombró a su hijo Adam, de 17 años, como secretario del Consejo de Seguridad de la región, muchos medios quisieron leerlo como la enésima confirmación de que él sería el elegido para sucederle en el poder. La única certeza, según las fuentes chechenas de Marta Ter, es que el sucesor de Kadírov “no se decidirá en Chechenia, se decidirá en Moscú, y los chechenos deberán aceptarlo y punto.” Ni siquiera tiene por qué ser un hombre del entorno de Ramzán, sino alguien que le garantice que podrá mantener el orden en la región. Una de las razones es que muchos de los actuales miembros del Gobierno de la república podrían ser llevados delante de la justicia por sus actos durante las guerras de los años 90 y 2000, o por sus asesinatos y torturas por orden de Kadírov.
Author: Albert Sort Creus
Published at: 2025-07-20 20:13:59
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