Primero, que equipará a la Fuerza Aérea israelí con bombarderos B-2, bombas antibúnkeres de 13.600 kilos y aviones de entrenamiento norteamericanos, lo que le daría a Israel la capacidad de destruir todas las instalaciones nucleares subterráneas de Irán a menos que Irán acceda de inmediato a permitir que los equipos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) desmantelen esas instalaciones y tengan acceso a todos los emplazamientos nucleares de Irán para retirar la totalidad del material fisible fabricado por Teherán. Pero Trump también debe dejar en claro que no tolerará la rápida expansión de los asentamientos israelíes ni el “Estado único” que Israel está creando: esa es la receta de una guerra eterna, ya que los palestinos de Cisjordania y Gaza no desaparecerán ni renunciarán “de una vez por todas” ni a su identidad y ni a sus aspiraciones nacionales. Para que en Medio Oriente se alcance una paz que le permita a Estados Unidos reducir, pero no eliminar, su presencia militar en la región, es necesario, aunque no suficiente, que se den determinadas condiciones: que Irán se vea forzado a establecer claramente su frontera occidental, a dejar de intentar colonizar a sus vecinos árabes y destruir a Israel con una bomba nuclear; que Israel se vea obligado a trazar una frontera oriental clara y a dejar de intentar colonizar toda Cisjordania; y que los palestinos se vean obligados a trazar fronteras orientales y occidentales claras entre Israel y Jordania, y a descartar la absurda idea de “desde el río hasta el mar”.
Author: Thomas L. Friedman
Published at: 2025-06-16 22:57:06
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