Los motivos por los que un alemán, Gustav Winter (1893-1971), decidió construir una casa solitaria, en un lugar en medio de lo de lo que parece el fin del camino a ninguna parte, en Cofete, en la península de Jandía de Fuerteventura, ha jugado en favor de bulos, rumorología e historias que relacionan el chalet y a su propietario con el III Reich; un lugar donde presuntamente pensaba retirarse Hitler, donde los jerarcas nazis celebraban fiestas o en el que estos se refugiaron antes de proseguir su huida a Latinoamérica. En el libro recientemente publicado Casa Winter Cofete: un alemán, un lugar, una casa..., editado por FormandoteMejoras, el hijo de Gustav Winter, Gustavo, pretende ofrecer a quienes alguna vez se hayan topado con la rumorología, el resultado de años de investigación en la que se han consultado archivos oficiales españoles, alemanes, franceses, británicos, norteamericanos, se ha solicitado documentación al centro de Documentación de la Liga de judíos perseguidos por el régimen nazi de Simon Wiesentahl, se han consultado archivos notariales, parroquiales, de ayuntamientos o registros de la propiedad. Lo cierto es que, a pesar de no contar con submarinos nazis ni acuerdos para la retirada de Hitler en Cofete como se ha repetido hasta la saciedad, la vida de Gustav Winter sí es realmente de película, pero no por lo que se ha creído; sobrevivió a tres guerras, escapó de ser prisionero de la marina inglesa durante la 1ª Guerra, montó en Gran Canaria la Compañía Insular Colonial de Electricidad y Riegos (CICER), vendió mercedes de lujo, naranjas de huerta, patentó numerosos inventos, se casó dos veces y vivió hasta en 30 regiones de todo el mundo con una infinita capacidad para empezar de cero, teniendo ese tipo de vida, ese tipo de genio en el sentido que lo denominaban los romanos, que más merece un biopic de superación que una historia de guerra.
Author: Gara Santana
Published at: 2025-08-02 19:38:46
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