Hay una ley no escrita en la historia de los imperios: cuando el centro siente la decadencia o a un nuevo rival, recorta su propia sangre y endosa la factura de la defensa y la lealtad a sus socios menores. La demanda de Washington es la misma que en Ucrania, pero en fase preventiva: pide un compromiso de sangre. La lealtad ya no se premia con seguridad, sino con la obligación de compartir el desastre; es la lógica del patrón que socializa las pérdidas.
Author: José Luis Piqueras
Published at: 2025-09-08 17:08:41
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