La cruz de los españoles

La cruz de los españoles


Pues implican la tierra que designan en la totalidad de sus constituyentes, buenos y malos, grandes y pequeños, sin exclusión de ninguno de ellos, porque a todos ellos abarcan: es decir, la geografía que la constituye, la climatología que la envuelve y la flora, la fauna y la gente que la habitan, con sus costumbres, actividades e historia (constituida por grandezas y miserias en igual medida) propias. Así, el nombre España y el gentilicio español constituyen una unidad indisoluble de información que abarca una geografía muy diversa (peninsular e insular); una flora y una fauna particulares; unos pobladores de las más variadas procedencias (gallegos, vascos, catalanes, baleares, valencianos, andaluces, castellanos, canarios…), con sus culturas, costumbres, gastronomías, formas de hablar, virtudes, defectos, etcétera, particulares; una determinada historia compartida, que va desde la Reconquista, por lo menos, hasta la reforma democrática del 78, pasando por distintas monarquías absolutistas, el descubrimiento, conquista y colonización de América, las guerras de religión europeas, el surgimiento del liberalismo, la experiencia republicana, la guerra civil del 36 y la dictadura de Franco; una historia de heroísmos y cobardías, grandezas y vilezas, en dosis distintas; una determinada tradición espiritual, con místicos de la talla de una Santa Teresa de Jesús, un San Juan de la Cruz o un Fray Luis de Granada; una producción artística de primera fila, con figuras de relieve mundial, como Cervantes, Velázquez, Goya, Unamuno, Juan Ramón Jiménez, Picasso, Moneo…; una producción científica más que decente, en que descuellan sabios como Miguel Servet, Ramón y Cajal y Severo Ochoa; unos éxitos de reconocimiento internacional en deportes diversos, como tenis, fútbol o baloncesto; etcétera. Y los independentistas que reducen a España y a los españoles a la intolerancia, la holgazanería y la barbarie silencian que, independientemente de Franco y los franquistas, que son ya un anacronismo, en España hay hoy una mayoría social tolerante comprometida con la democracia y la paz; que, aunque pueda haber algún haragán entre ella, como seguramente ocurre también en las misma comunidades autónomas catalana y vasca, la mayor parte de la gente de Andalucía, Extremadura, Castilla o Canarias labora duro de sol a sol para ganar el sustento, sin dar sablazos a ninguno de sus paisanos autonómicos; y que, independientemente de las tasas de incultura que pueda haber en estas comunidades autónomas (que, según las encuestas disponibles, no parece que sean superiores a las de Cataluña o el País Vasco), estos otros pueblos de España tienen unos niveles de instrucción, una literatura, una pintura y una ciencia por lo menos tan importantes como las de ellos.

Author: Marcial Morera


Published at: 2025-06-16 18:30:29

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