Hace unos días, en un programa de la CCTV, la emisora estatal china, comentaban la «tolerancia a la corrupción endémica» que existe en la política española —también sacaban escándalos de otros países europeos como Lituania y Eslovaquia—, comparándolo con la «contundencia» de la campaña anticorrupción liderada desde hace más de una década por el presidente Xi Jinping y los «castigos ejemplares» contra los corruptos. Un caso reciente citado en el programa: el ex jefe de la brigada antinarcóticos de la Policía y ex asesor del principal órgano consultivo político, Liu Yuejin, fue condenado a muerte a finales de junio por aceptar sobornos por un valor de más de 121 millones de yuanes (alrededor de 14 millones de euros). «Además, ha sido despojado de sus derechos políticos de por vida y todos sus bienes personales serán confiscados», apunta la sentencia de un tribunal en la provincia de Hunan, en el centro de China, que detalla cómo Wang se aprovechó de su cargo para beneficiar a algunas empresas en proyectos de contratación pública.
Author: Lucas de la Cal
Published at: 2025-07-16 21:59:59
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