Él, ahora, a la búsqueda de un permiso de salida de seis días que le ha sido concedido por el juez de vigilancia penitenciaria (en realidad con la intención de conseguir que el Gobierno vasco le conceda el tercer grado que le permita marcharse a su casa), ha firmado un documento que ha trascendido -lleva escritos varios con similar contenido desde hace cinco años- en el que habla de estar "en contra de todas las violencias", de "paz", "democracia" y de que "aquello nunca debió de haber ocurrido", como si estuviera refiriéndose al advenimiento de un Apocalipsis imposible de controlar por la voluntad humana. Parot, que asegura en la misiva dirigida al juez que es "ciudadano francés de nacionalidad vasca" tiene tres hijas y tres nietos a los que quiere ver y por eso lleva desde 2018 mandando cartas con las que ha conseguido que el director de la prisión de San Sebastián le haya concedido permisos de 48 horas en dos ocasiones (la legislación penitenciaria permite que tanto los gestores de las prisiones como el Gobierno vasco concedan permisos de esa duración sin preguntar al juez, decisiones que se están adoptando con mucha frecuencia). Lo cierto es que los requisitos mencionados «tienen carácter de mínimo necesario, pero no suficiente», como se recuerda en el auto judicial, y que, en cualquier caso, la aportación de la misiva, que aparentemente aumenta el nivel de exigencia, en realidad puede ser un ardid, puede ser el elemento que facilite que el Gobierno vasco -el capacitado para ello desde que le fueron transferidas las competencias por el Gobierno de Pedro Sánchez- le conceda a Parot el tercer grado para que pueda salir todos los días, según ha denunciado Covite.
Author: Ángeles Escrivá
Published at: 2025-06-30 22:03:17
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