Era el principio de la década de los sesenta y, para entonces, los auténticos miembros de la generación beat, heraldos del movimiento hippie, ya iban dejando paso a los europeos ‘hijos de papá’ que llegaban a la isla buscando libertad, paz, amor y drogas. De ellos se decía que lo menos extraño era su forma de vestir (con chanclas y bermudas), que les diferenciaba, aún así, de los españoles entre el gentío del Domino, local de referencia de la época junto al Clive’s, también situado al lado del mar y propiedad de Clocker. “Los policías afectos de las plantillas de Mallorca, de Ibiza, y de los más afamados rincones de nuestro litoral se ven obligados a intervenir en el esclarecimiento de unos hechos que, además de alarmar, indignan [...]”, expresaba el artículo.
Author: Ángela Torres Riera
Published at: 2025-06-14 20:06:53
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