La buena letra, de Celia Rico Clavellino, es si se quiere el ejemplo más extremo y claro de una tendencia minimalista que la directora ha ido componiendo y madurando a lo largo de dos obras tan transparentes y plenas como Viaje al cuarto de una madre y Los pequeños amores. En los dos casos, lo que cuenta es el largo y profundo silencio que envuelve las conversaciones, deudas y heridas entre una madre y una hija; lo relevante siempre es la parte de atrás de la pantalla, la espalda de todo lo sufrido. Quizá el problema de la película, que lo hay, es que por momentos se olvida del rigor de su propia propuesta minimalista y deja que la narración, la del primer plano, tome un protagonismo que no merece y que, la verdad, acaba por ser demasiado errática.
Author: Luis Martínez
Published at: 2025-04-29 17:56:07
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