El enfermero Andree Miroshnychenko es uno de los paramédicos que consiguió sobrevivir a una de las tristemente célebres "cacerías" de los aparatos rusos en las inmediaciones de Nikopol, en la madrugada del 4 de noviembre. Anna Seluiko, la residente de Nikopol, es una de las muchas voces de la región ribereña, que piensan que la zona se ha convertido en "un polígono de entrenamiento" para los pilotos de drones rusos. Su jefe, Bars, un oficial de 28 años, asegura que pese a que los rusos siguen enviado una media de cuatro botes cargados de tropas cada semana a las citadas islas, "la media de supervivencia de sus soldados tras desembarcar es de entre 30 minutos y una hora".
Author: Javier Espinosa
Published at: 2025-12-07 21:55:50
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