Los equipos de Euroliga (Madrid, Barça, Baskonia) soportan de largo la mayor presión competitiva durante toda la temporada, aunque el resto también han debido completar sus deberes continentales: la Eurocup en la que participaron Valencia, Gran Canaria (subcampeón) y la Penya; por otra parte, en la Basketball Champions League alinearon (dominantes) Unicaja (de nuevo campeón) y La Laguna, además de Manresa y Murcia. Viene esto a cuento por la creciente dificultad para, por ejemplo, los equipos españoles, cuya rentabilidad y competitividad (dos términos casi mutuamente excluyentes) no se soporta en conceptos como los mencionados (ricachones aficionados al baloncesto), más allá del apoyo nada desdeñable de la sección de fútbol (Real, Barça), de mecenas importantes (Valencia), instituciones públicas, etc… aunque este es un melón que podrá debatirse en otra ocasión (conjuntamente con la monetización de este deporte, retorno de las competiciones, marketing, o derechos televisivos mediante, con el aterrizaje de la NBA que ya se otea en el horizonte). A pesar de la evidente brillantez de las cifras, la sensación en el juego colectivo no ha entusiasmado tanto en la fase ofensiva y en bastantes ocasiones se han resuelto los partidos por el propio talento individual; naturalmente que es un buen recurso, pero ante los equipos más fuertes puede adolecer de la necesaria versatilidad de herramientas, cuando la cosa se pueda complicar.
Author: Antonio Francos Araque
Published at: 2025-06-01 14:51:00
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