En los años setenta Caro Baroja ya era un antropólogo de renombre internacional con una presencia pública muy notoria en la prensa y con libros pioneros en diversas ramas de las ciencias sociales; desde los más científicos: 'Los Pueblos de España', 'Los vascos', 'Las brujas y su mundo', 'Los judíos en la España Moderna y Contemporánea' o 'El carnaval', a un libro de memorias, pionero en el género memorialístico, como 'Los Baroja', donde se retrata el universo de una familia 'a contrapelo' y su inserción (difícil) en la sociedad de nuestro país a lo largo de varias generaciones. Fernando Pérez Ollo, maestro navarro de periodistas, en su artículo 'El ruido del aplauso', refería como Caro Baroja se interesó por todos los periodos de la historia de nuestro país, desde la prehistoria hasta el siglo XX, y como dejó varias lecciones metodológicas fundamentales: 1) La teoría nunca sustituye a la erudición y al estudio sobre el terreno; 2) La documentación debe buscar las fuentes primeras, entre las que hay que incluir las literarias, las escritas y las plásticas; 3) La identidad de grupo no obedece a verdades ni a tópicos románticos manipulados ideológicamente, sino a la tensión entre continuidad y cambio cultural; 4) La tradición es con frecuencia la historia falsificada o adulterada; 5) No existen caracteres o esencias nacionales y mucho menos eternos o atemporales y que la antropología no es una ciencia a medida exclusivamente de las sociedades primitivas. Es cierto que el amor a la tierra vasca, heredado de su tío Pío [Baroja] y de su abuelo Serafín, le llevaron a alzar la voz y denunciar las falacias y las manipulaciones históricas y conceptuales de los nacionalismos, siendo una de las primeras voces del mundo académico en condenar la deriva criminal y fanática de su tierra.
Author: (abc)
Published at: 2025-08-17 17:04:30
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