En una entrevista con LA NACION, este monje de 57 años describió una situación desastrosa: después de la euforia de la liberación del régimen de Al-Assad por el exlíder jihadista Al-Shaara -que ayer se reunió con Donald Trump en la Casa Blanca-, para él Siria fue olvidada por la comunidad internacional: allí, al margen de una enorme pobreza, “todos los días hay personas que mueren” por violencia y venganzas sectarias. Pero si el precio de este tratado es, por un lado, despojar al pueblo sirio de su territorio —me refiero a los Altos del Golán— y, en consecuencia, alterar el mapa geográfico y político de la región; y, por otro, esclavizar a los residentes de Damasco privándolos de las fuentes de agua de los Altos del Golán, ¿quién aceptaría semejante tratado? Y me pregunto cuál es el rol de las Naciones Unidas en la construcción de la paz… En los últimos 40 años hemos asistido a una multiplicación de guerras y de conflictos internos en el mundo y, lamentablemente, no vemos ninguna acción eficaz de parte de las Naciones Unidas.
Author: Elisabetta Piqué
Published at: 2025-11-10 21:14:14
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