La contienda bélica que estaba devastando a Europa alcanzaba su apogeo en octubre de 1943, cuando los líderes de las más potentes fuerzas aliadas -Unión Soviética, Inglaterra y Estados Unidos- decidieron unirse para pergeñar las estrategias necesarias para vencer a sus enemigos en común, los alemanes, que habían detenido su avance continental luego de su derrota en la batalla de Stalingrado, finalizada en febrero de ese año. De acuerdo con la versión que dio de este encuentro el oficial de inteligencia de la KGB, Vadim Kirpichenko, el alemán le habría dicho a su compañero de tragos: “¡Eliminaremos a Stalin y a Churchill y cambiaremos el curso de la guerra! Sobre el final de la guerra, el audaz nazi participó en el movimiento de insurgentes con ataques sorpresa al enemigo conocido como Werwölfe (hombres lobo), pero luego de mucho trajinar, en mayo de 1945 se rindió ante las tropas estadounidenses, cerca de Salzburgo, en su propia tierra austríaca.
Author: Germán Wille
Published at: 2025-07-07 18:06:47
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