Lo hizo a través de un comunicado de la Administración de Servicios Generales y del Departamento de Educación, que incluía esa medida, además de la cancelación de 60 millones de dólares en contratos federales. Como con el resto de universidades de elite, la Administración Trump busca castigar a Harvard por lo que considera una reacción tibia a los capítulos de antisemitismo registrados en los campus universitarios durante las protestas pro-palestinas y anti-israelíes desde el otoño de 2023, con el comienzo de la guerra de Gaza. En ella, exige cambios drásticos que deberán ejecutarse antes de agosto de este año: reformar el sistema de admisión de estudiantes y contratación de profesorado para que sea basado exclusivamente «en el mérito» y no priorizar cuestiones de raza, religión, género u origen; cambiar los sistemas de gobernanza para que los estudiantes y los profesores tengan menos peso en las decisiones; supervisión de las admisiones de estudiantes extranjeros para que entre ellos no haya «hostilidad hacia los valores e instituciones de EE.UU.»; instalar supervisores de los Departamentos para asegurar que hay «diversidad de puntos de vista»; realizar una auditoría a todos los estudios que tenga cualquier atisbo de antisemitismo; eliminar todas las políticas DEI (diversidad, equidad, inclusión) y acentuar los procesos disciplinarios dentro del campus.
Author: (abc)
Published at: 2025-04-14 20:39:00
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