Se conoce como “el Arbat” una calle del centro histórico de Moscú, un lugar con mucha historia: en el siglo XIX y principios del XX acogía a la pequeña nobleza, a los artistas y a los intelectuales; en sus edificios vivieron escritores como Nikolái Gógol, Aleksandr Pushkin o Andréi Biely, y Marina Tsvietáieva se mudó a una casa cercana para sentir de cerca ese aliento literario; es el escenario de algunos episodios de clásicos como Guerra y paz. Mujeres de color lila es un ejemplo de cómo abordar la carestía a partir de un comentario, en apariencia, sobre moda: “Las mujeres soviéticas ya saben que necesitan perder peso, pero no tienen suficiente verdura”; o la alusión a un artículo de la revista femenina La Obrera: “Cómo aprovechar la carne cocida en la sopa para el segundo plato”. Quienes hayan leído a Aleksiévich entenderán por qué considera a Krall una maestra: ya puso en práctica el método de apoyarse en las entrevistas con la gente corriente, dejarles hablar, formular las preguntas adecuadas para que, aun mostrando respeto por el sistema (eran conscientes de que se la jugaban al conversar con una corresponsal extranjera), se deslizara en su testimonio algún que otro indicio de que allí las cosas no marchaban tan bien como pretendía el régimen.
Author: Cristina Ros
Published at: 2025-08-02 19:38:47
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