Cuentan los periódicos de la época que en una ocasión, allá por diciembre de 1999, sentado en un banquillo de la Audiencia Nacional, Fernández Díez le dijo a la juez Teresa Palacio que los 740 millones que tenía guardados en Suiza eran dinero negro de su propiedad que tenía en España y de cuyo traslado al país helvético se encargaron dos ejecutivos del Chase Manhattan Bank. También dejó dicho por escrito en el testamento que su amigo ovetense Luis Fernández-Vega Sanz, una eminencia en oftalmología y quien fuera presidente de la Fundación Princesa de Asturias entre 2018 y 2023, adquiriera el derecho de explotación cinegética hasta 2035 de una finca de caza en el norte del país, una de las mayores de España. Pero se enteraron de que, años atrás, Fernández Díez ya había maniobrado legalmente —Osuna sospecha que con la mediación de Ricardo de Guindos en la sombra— para evitar que su fortuna quedara en manos de su hijo.
Author: Andros Lozano
Published at: 2025-11-22 21:57:42
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