La mayoría de los amonitanos no se atreven a señalar a Cristina Kirchner y sus bailecitos carcelarios en el balcón como responsables máximos de ese resultado, pero por ahora encontraron un chivo expiatorio en la figura de su hijo Máximo. En el sector peronista que cuenta con terminales en el gobernador Axel Kicillof, los intendentes del Conurbano, los caudillos del interior del país y también la CGT -es decir, todos menos CFK, Máximo y los ya no tan jóvenes de La Cámpora- continúa creciendo la idea de impedir que el hijo pródigode los dos ex presidentes pueda seguir al frente de ese cargo después del 18 de diciembre, fecha en que vence su mandato. La cuestión es que, si logran desbancar a Máximo -algunos incluso mencionan e Kicillof como su posible reemplazante-, significaría un duro golpe a la autoridad de Cristina y un anuncio de lo que podría seguir: si no diera un paso al costado la ex presidenta, entonces algún peronista debería terminar enfrentándola para acabar con su largo reinado.
Author: Franco Lindner
Published at: 2025-12-01 19:43:47
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