Esta es una de las razones por las que en el Kremlin preocupa la posibilidad de que Kiev reciba misiles Tomahawk estadounidenses, con un alcance máximo de 2.500 kilómetros, o que disponga de información de inteligencia norteamericana para realizar sus ataques. A pesar de que el Gobierno ruso clasificó como materia reservada las estadísticas de producción de gasolina en 2024, medios como Kommersant sostienen que las instalaciones dañadas por la campaña ucraniana suponen un 20% de la capacidad de refinación de todo el país y cifran en aproximadamente un 10% la caída de la producción de combustible. Este punto es clave, ya que, por un lado, la falta de material dificulta la reparación de las instalaciones dañadas por los drones rusos y, por el otro, tal y como apunta el profesor Sohag, “las sanciones han restringido la importación de maquinaria industrial, interrumpiendo las cadenas de suministro y obstaculizando aún más la producción”.
Author: Albert Sort Creus
Published at: 2025-10-11 20:37:55
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