La acumulación de frentes abiertos para el Gobierno y la imagen de debilidad que proyecta de puertas hacia afuera han convertido el día a día de la diplomacia española en un ejercicio constante de contención de daños. La de una aproximación a China con el tema de Huawei en un momento en el que la seguridad y la autonomía estratégicas de Europa y de Occidente están en juego. Si se descataloga Algeciras, se mantiene el estatus de Gibraltar –porque el Gobierno ha renunciado absolutamente a reclamar la soberanía o una igualdad de trato fiscal– y si Estados Unidos se llevase, en un hipotético futuro, las bases de Rota y de Morón, la situación de España sería muy preocupante.
Author: David G. Maciejewski
Published at: 2025-08-16 15:16:35
Still want to read the full version? Full article