Mientras tanto, asociaciones como la IATA acusan a los gestores del sistema europeo de incumplir sistemáticamente los objetivos de capacidad sin consecuencias ni sanciones, calificando la situación de “inaceptable” y acusando una brecha entre los planes y la realidad que “se acerca al terreno de la fantasía”. Si se quiere también, lo que está en juego no es solo la eficiencia operativa, sino la confianza de millones de pasajeros y el prestigio de uno de los espacios aéreos más densos y complejos del planeta. De lo contrario, este verano apunta a ser, no solo el peor en términos de demoras y cancelaciones, sino también el aviso definitivo de que el cielo del viejo continente necesita una revolución a varios niveles.
Author: Miguel Jorge
Published at: 2025-07-26 12:30:36
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