'Estragos' nos deja una ensalada de tiros monumental. La película de Netflix materializa los peores augurios sobre sus reshoots... hasta que Gareth Evans lo arregla

'Estragos' nos deja una ensalada de tiros monumental. La película de Netflix materializa los peores augurios sobre sus reshoots... hasta que Gareth Evans lo arregla


Desde que le descubrí en una de las proyecciones más gloriosas e intensas que he vivido en mis casi 20 años acudiendo al Festival de Sitges, me he convertido en un fiel devoto de la violenta obra y los salvajes milagros de Gareth Evans; incluyendo esa catedral del cine de artes marciales compuesta por 'The Raid' y su secuela 'Berandal', su seminal 'Merantau', su peculiar escarceo con el cine de terror en 'El apóstol' y su incursión en el terreno televisivo en la brillante 'Gangs of London'. Tras situar todas las piezas sobre el tablero sin prisa, pero sin pausa, el director vuelve a hacer gala de su dominio de la cámara y su sentido de la cinética para moldear tres set pieces largas, tensísimas y brutales —los niveles de hemoglobina, que en la Indonesia que vieron nacer su carrera están lejos de asustar, son impropios del Hollywood actual— en las que las coreografías son el puntal principal. No obstante, a pesar de que el combate cuerpo a cuerpo que suele asociarse a la filmografía de Evans tiene su espacio —tremenda la fisicalidad de la secuencia en la discoteca—, las armas de fuego se alzan como las estrellas de la función; una peculiaridad que, sumada a la premisa urbana con una innecesariamente enrevesada guerra de bandas y los juegos de poder de rigor, hermana más a la película con 'Gangs of London' que con 'The Raid'.

Author: Víctor López G.


Published at: 2025-05-04 18:01:53

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