En una meticulosa recreación de una aldea vietnamita afectada por la guerra, el protagonista salvaría a dos niños de una serie de explosiones a la vez que un helicoptero les perseguía disparándoles, todo esto realizado con explosiones de verdad y helicóptero de verdad y ocurriendo muy cerca de los actores. Investigaciones posteriores con cientos de entrevistados reportaban que Landis, quien ya tenía fama de tirano en el set, había sido un déspota a lo largo de toda la producción, intimidando a aquellos que no acataban sus órdenes justo como él las quería. Warner Bros., la distribuidora de la película que se arriesgaba a un daño reputacional tremendo, comenzó un programa de seguridad en todas sus producciones que se mantiene hasta hoy, que tuvo el visto bueno el visto bueno de los sindicatos y que ponía todo tipo de protocolos a la hora de abordar rodajes potencialmente arriesgados.
Author: Miguel Solo
Published at: 2025-09-16 16:30:45
Still want to read the full version? Full article