“Estábamos fundidos”: creó un café para la alta sociedad, le sumó shows de strippers y ahora es un bar de artistas emergentes

“Estábamos fundidos”: creó un café para la alta sociedad, le sumó shows de strippers y ahora es un bar de artistas emergentes


A las cinco de la tarde de un sábado frío de otoño, cuando el bar todavía no abrió, el dueño de La Dama de Bollini, Lionel Bollini (quien comparte, por casualidad, el apellido que nombra al pasaje y al bar), recibe a LA NACION iluminado por un farol del Pasaje Bollini, cierra la puerta y, unos pasos después, indica con el índice: “Vamos a esa mesa, donde se sentaba Borges”. Era un concurso de arte cuyos ganadores eran expuestos en la Biblioteca Nacional, el Congreso de la Nación o el Centro Cultural Recoleta, mientras que, los demás artistas, presentaban sus obras en la sede oficial de la La Dama de Bollini o en la sede de la Fundación Bollini, a una cuadra del bar sobre el mismo pasaje. Contemporáneos del revólver, del rifle y de las misteriosas armas atómicas, contemporáneos de las vastas guerras mundiales, de la guerra del Vietnam y de la del Líbano, sentimos la nostalgia de las modestas y secretas peleas que se dieron aquí hacia mil ochocientos noventaitantos a unos pasos del Hospital Rivadavia.

Author: Iñaki Zubiaur


Published at: 2025-07-06 13:40:44

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