Y es que, de acuerdo con la BBC, la fiebre del heno le cuesta a Japón alrededor de 2,200 millones de dólares anuales, entre gastos médicos y caídas en la productividad. Se trata de una estrategia que rendirá frutos a largo plazo, pero el objetivo es claro; debilitar la producción de polen y mejorar la calidad de vida de millones de japoneses afectados cada año. Esto ha llevado a la creación de una enorme gama de cubrebocas y productos estéticos que se alineen con los estándares de belleza de la sociedad nipona y que además se enfoquen en el cuidado de la piel.
Author: Luis Ángel Márquez Flores
Published at: 2025-05-17 17:01:24
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