Silverstone no es solo un circuito; es el latido histórico de la Fórmula 1, el lugar donde se forjaron leyendas y se escribió parte del destino de pilotos argentinos, incluido Franco Colapinto, que hoy se conecta con esa mística pista inglesa. Así se presenta el trazado más emblemático del automovilismo: un circuito que no nació del diseño meticuloso, sino de la urgencia de una posguerra, de una pista aérea abandonada, de un impulso por competir y dejar atrás la quietud forzada del conflicto. Está Copse, que exige frenar con precisión quirúrgica a más de 290 km/h; Maggotts y Becketts, una combinación fluida que obliga a la perfección aerodinámica y a la intuición; y Stowe, donde la trayectoria ideal cambia según el clima caprichoso del cielo británico.
Author: Flavia Tomaello
Published at: 2025-07-06 15:09:07
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