La que nadie sabe identificar -quizás por el oscuro recuerdo que se asocia a su nombre- es la de Ahmed Jibril, líder de una facción palestina que se ganó una triste fama al secundar la represión del clan Asad contra los miembros de su comunidad que peleaban bajo las órdenes de Yaser Arafat durante la guerra civil del Líbano y que, más tarde, participó en el cerco Yarmuk. Nunca podrá olvidarse de cómo los pocos miles de residentes que se quedaron en este suburbio de Damasco en la última fase del cerco -antes de la guerra vivían en Yarmuk más de 1,2 millones de personas, de ellas 160.000 palestinos- "se desmayaban por la calle", quebrados por la falta de alimentos. Aunque es pasado, el caso de Yarmuk tiene una enorme significación en el presente, ya que el pasado mes de julio un tribunal alemán abrió un proceso contra cinco palestinos miembros de una facción aliada del régimen de Asad y un ex miembro de los servicios secretos sirios, a los que acusó de utilizar el hambre como arma de guerra, en lo que la experta alemana Rosa Lauterbach calificó de "juicio histórico" al ser un caso único en todo el mundo.
Author: Javier Espinosa
Published at: 2025-08-25 22:10:17
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