El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha utilizado el cruento conflicto de Gaza para afianzarse en política nacional, en un juego que puede considerarse comprensible solamente desde la defensa de sus intereses domésticos y la tentación de levantar cortinas de humo sobre sus problemas en España y sus debilidades familiares, judiciales, de partido y parlamentarias. Otra de las incoherencias que demuestra el caso es la imposibilidad de sostener la decisión, dado que Israel es un socio armamentístico de primer orden y que gran parte de la tecnología militar de la que disponemos no la pueden ofrecer otras naciones. La alambicada estrategia de uno y otro demuestra cómo lo que mueve a la izquierda no es la causa de los gazatíes -que en ningún caso se lograría apoyar con una medida equivocada e ineficaz como esta-, sino su supervivencia en la política nacional, a costa de poner, una vez más, en juego los intereses exteriores y de seguridad de nuestro país.
Author: (abc)
Published at: 2025-10-08 19:24:50
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