El conjunto de Carlo Ancelotti, que no hizo caso a las señales, ni a las que le habían avisado en muchos tramos de la temporada y en especial en sus dos últimos encuentros ni a las del debate sobre el lanzador de los penaltis, con Vinícius, pese a su fallo en el Metropolitano, elegido erróneamente como tirador por delante de un Kylian Mbappé que teóricamente es más fiable desde los 11 metros. Un Valencia que no ganaba en el feudo de Concha Espina desde 2008 y sólo había sacado un triunfo a domicilio este año en Liga, pero resistió y encontró premio más allá del 90, la franja favorita de su rival y en la que este le había ajusticiado en la capital del Turia en el primer partido de un Carlos Corberán cuya mano se nota en el banquillo valencianista. Con la novedad de Fran González en portería, el Real Madrid, como si los avisos ante el CD Leganés y la Real Sociedad no hubieran hecho mella, decidió salir de nuevo a un ritmo espeso, esperando que su mayor calidad cayese de nuevo por su peso ante el Valencia, que llegaba con bajas sensibles pero que estuvo ordenado y que lo aprovechó, no para poner en serios aprietos al novato guardameta, sino para adormilar aún más el partido.
Author: Libertad Digital
Published at: 2025-04-05 16:21:43
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