Cuando digo ridícula quiero decir no sólo que sobrevive sobre pequeñas raíces, en buena parte deformes e irrazonables, sino que es risible, a veces cómica, pero desde luego muy alejada de lo que de noble había en sus bases hace 50 años, fecha en que moría Francisco Franco, el vencedor de una guerra civil que animó aquella otra izquierda radical, que no ridícula, que quería imponer por la fuerza su media España a la otra media y perdió. Abierta sigue la cuestión de si el poeta fue o no de creencias comunistas en sentido teórico y moral, pero hay pocas dudas acerca de su proximidad a una causa republicana y popular que consideraba la más cercana a sus sentimientos, la de esos millones de personas que nacían y vivían sin privilegios en aquella España sorda y ciega para demasiados sufrimientos inmerecidos. En el homenaje que se les tributó, tras la muerte de algunos de sus componentes, en San Sebastián de los Reyes hace cinco años, se cantó la emocionante canción de Los Lobos basada en el poema visceral del poeta oriolano Vientos del pueblo me llevan, vientos del pueblo me arrastran, incluido en el poemario Viento del Pueblo de 1937.
Author: Pedro de Tena
Published at: 2025-08-05 20:00:42
Still want to read the full version? Full article