La visita presidencial, que será de tres días, combinará visitas a lugares emblemáticos para la religión judía como el Muro de los Lamentos y la ciudad vieja de Jerusalén, con encuentros de neto corte político, como el cara a cara con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, la recepción del premio Génesis (el “Nobel Judío”) y la firma del Memorándum “por la democracia y la libertad”. Hay por cierto, algunos proyectos en marcha, como el de los vuelos directos, a cargo de la compañía israelí El Al, o gestiones aún embrionarias, como la del delegado argentino en la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande (CTM), Juan Carlos Chagas, ante el embajador argentino en Israel, el rabino Axel Wahnish, para viabilizar un ambicioso proyecto de sistematización y distribución de agua para riego en la región del Mandisoví Chico, al norte de Entre Ríos. Allí, anticipó que en su próximo viaje firmaría un memorándum con Israel, “opuesto” al Memorándum de Entendimiento de Argentina con Irán, suscripto en 2013 por el segundo gobierno de Cristina Kirchner con el declarado objetivo de ayudar a esclarecer la verdad sobre el atentado contra la AMIA, en julio de 1994, atentado que la Justicia argentina adjudica al grupo terrorista proiraní Hezbollah.
Author: Jaime Rosemberg
Published at: 2025-06-08 20:21:29
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