En las cartas remitidas al Ministerio en agosto por el ex alto cargo que denunció los hechos, este avisaba de la existencia de la denuncia ante la Justicia interpuesta en el mes de junio y de documentos que prueban las graves irregularidades detectadas, pero, como pasó en la crisis anterior, el Ministerio no actuó hasta que el nuevo escándalo saltó a los medios. En la carta del 18 de agosto remitida a Ortega Paíno, el denunciante informaba explícitamente de que los hechos habían sido “objeto de una amplia denuncia formal presentada ante las autoridades de justicia competentes en esta materia en el mes de junio” y pedía “trasladar inmediatamente estas circunstancias al patronato para su conocimiento y, de este modo, no privarle de la oportunidad de decisión y actuación”. A pesar de los indicios de posibles irregularidades en la contratación, a través de comunicaciones internas y denuncias, tanto el patronato como el Ministerio de Ciencia mantuvieron una actitud pasiva que solo desembocó en la destitución de la directora científica y el exgerente ante un escándalo mediático sin precedentes en el que se mezclaron verdades y mentiras para forzar la salida de Blasco.
Author: Antonio Martínez Ron
Published at: 2025-11-24 21:03:56
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