Candidatos impresentables, conversos de último minuto, camaleones y camanduleros, descuidistas y funcionarios del PAMI y de la Anses, que probablemente utilizarán el aparato estatal para ganar “con la nuestra” los comicios de medio término, constituyen una clara evidencia de que esa batalla en el barro será entre neokirchneristas y neomenemistas: un tren fantasma contra otro tren fantasma, y con pronóstico de descarrilamiento . Es posible que el modo más efectivo de derrotar al otro sea copiarle sus peores mañas, pero eso en todo caso no es un proyecto de oxigenación y cambio, sino de homenaje involuntario, de apropiación de pecados y de inquietante transformación: imitando al enemigo solo pueden aspirar a reemplazarlo y, durante el proceso, a convertirse en lo que combatían. Toda esta contradicción profunda quedó inmortalizada estos días en las páginas de los diarios al contrastar la articulación neomenemista de la geografía bonaerense con el encuentro de puristas ultramontanos de Córdoba, los ideólogos y milicianos digitales de La Derecha Fest que le pasan el peine fino a cualquier disidente y le exigen “limpieza de sangre”, denunciando una mota de polvo en la solapa de un crítico y escondiendo un manchón aceitoso en el traje de un adherente: al amigo todo, al enemigo ni justicia.
Author: Jorge Fernández Díaz
Published at: 2025-07-26 19:01:00
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