La espeleóloga Katiya Pavlova, acompañada del guía local Adrián Beltrán Dimas, exploraba en septiembre de 2023 la cueva de Tlayócoc (nombre que en náhuatl significa “Cueva de los Tejones”) cuando, tras atravesar un estrecho pasaje inundado con apenas quince centímetros entre el techo y la superficie del agua, se toparon con catorce objetos cuidadosamente dispuestos alrededor de estalagmitas. En cuanto al excelente estado de conservación de las piezas, se atribuye a las condiciones climáticas estables dentro de la cueva, lo que ha permitido que, tras más de cinco siglos de silencio, resurjan de esta forma. Qué duda cabe, un hallazgo emocionante que contrasta con la teoría inicial: un puñado de fragmentos en la oscuridad, confundidos con basura, ha revelado un fragmento olvidado de espiritualidad indígena, de cosmología ancestral y de expresiones materiales de lo sagrado.
Author: Miguel Jorge
Published at: 2025-06-01 18:30:56
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