Él y sus aliados parecían convencidos de que llegaba un nuevo amanecer, y tenían buenas razones, ya que en su primer mandato Trump, que se define como el presidente más proisraelí de la historia y que ha sido calificado por Netanyahu como "el mejor amigo que Israel ha tenido nunca en la Casa Blanca", tomó medidas históricas y decisivas, como trasladar la embajada estadounidense a Jerusalén o reconocer la soberanía sobre los Altos del Golán. Tal y como informó The New York Times, "redactado a raíz del ataque de Hamas a Israel en 2023 y las crecientes protestas contra la guerra en Gaza, el Proyecto Esther esboza un ambicioso plan para combatir el antisemitismo calificando a una amplia gama de críticos de Israel como 'efectivamente una red de apoyo terrorista', para que puedan ser deportados, privados de financiación, demandados, despedidos, expulsados, condenados al ostracismo y excluidos de lo que consideran una 'sociedad abierta'". "Existe la sensación de que Israel podría quedar excluido de otros acuerdos, siendo el más importante, por supuesto, la posibilidad de un acuerdo nuclear con Irán", reconoció hace unos días el historiador Michael Oren, autor de uno de los libros clave sobre la Guerra de los Seis Días y cómo cambió para siempre la alianza de EEUU e Israel, y ex embajador en Washington.
Author: Pablo R. Suanzes
Published at: 2025-05-24 20:50:53
Still want to read the full version? Full article