En un pequeño café de Roma, después del entierro del papa Francisco y cuando ya solo parece hablarse del cónclave que elegirá al siguiente pontífice, el fotoperiodista reflexiona sobre la experiencia que ha supuesto cubrir la actividad de Joseph Ratzinger –“un hombre frío, que había vivido siempre rodeado de libros”– y la de Bergoglio, cuya espontaneidad y cercanía con la gente lo descolocó y que consiguió muchas veces incluso emocionarlo. Habla de los recelos de la Curia respecto de Francisco, de los desafíos a los que se enfrenta la Iglesia para elegir un sucesor y de la historia detrás de las dos fotografías con las que ha hecho historia –y que se han convertido en símbolo del papado que acaba de terminar– al ser elegidas por la revista Time en 2013 y 2025 para contar el nacimiento de Francisco y su desaparición. Pero recuerdo el trabajo de la compañera de la agencia Ansa que fue la única que se dio cuenta de lo que estaba diciendo Ratzinger en latín.
Published at: 2025-05-03 19:49:27
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