Como escribía hace unos días en estas páginas, la errática política económica de Trump, más bien de la parte mala de su política económica, la guerra arancelaria, que, de momento, es la única que ha puesto en marcha, pues frivolidades aparte de Musk, no ha acometido todavía realmente una reducción profunda del gasto ni ha tomado decisiones claras en cuanto a la necesaria rebaja de impuestos, está generando una incertidumbre en la economía que puede acarrear graves consecuencias para el crecimiento económico mundial. Eso la economía lo nota, tal y como recoge el FMI en sus previsiones, y junto al empobrecimiento que sufrirá EEUU vía incremento de precios, la actividad económica general de dicho país se puede resentir, debido a la necesidad de aplicar una política monetaria más dura, o, al menos, con inferior flexibilidad a la prevista hasta hace unos meses, al tiempo que las expectativas empeoran y pueden retraer la actividad, junto a la pérdida de poder adquisitivo. Así, el FMI dibuja una desaceleración de la economía mundial, a ambos lados del Atlántico, junto con una elevación de los precios, todo ello fruto de la guerra comercial, que parecía superada y dejada en el pasado, que tuvo un primer intento de resucitar en 2018, en el primer mandato de Trump, y que ahora parece volver con toda su fuerza empobrecedora, amén de aplicarse con una incertidumbre creciente, como si se estuviese regateando en el rastro, impropio de la seriedad que precisa la política económica.
Author: José María Rotellar
Published at: 2025-04-22 21:43:52
Still want to read the full version? Full article