En poco menos de lo que tarda un tornado en llevar a un adolescente de estatura media y voz de pito a un universo de colores extraños, Jon M. Chu ha pasado de ser un director con buena mano para sacar brillo a franquicias más o menos absurdas como Step Up, G.I. Su irresistible y para nada obvia adaptación del musical Wicked del año pasado no solo recaudó 650 millones de euros en el mundo y le hizo merecedor de hasta 10 nominaciones a los Oscar, sino que le ha colocado al frente de un movimiento de resistencia contra la resignación. Cuando se estrenó la primera parte, se hablaba de la «maldición» de Wicked, de la osadía de convertirla en dos partes, de lo que se suponía era un error de reparto... ¿A qué sabe la venganza?
Author: Luis Martínez
Published at: 2025-11-17 20:26:49
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