Todas las historia mejoran si incluyen el nombre de una calle, de un barrio o de una estación de metro y El asedio, de Ben Macintyre (Crítica) tiene un escenario tan concreto que incluye hasta los planos de ese número 16 de Prince's Gate. El 30 de abril de ese año, en el quicio entre los 70 de Carlos el Chacal y los 80 de Thatcher y Reagan, seis árabes iraníes, seis hombres jóvenes y armados tomaron el edificio y secuestraron a 26 personas, empleados y visitantes de nacionalidades iraní y británica, jordana y pakistaní. Cuando Sadegh Ghotbzadeh, el ministro de Exteriores de Teherán supo del secuestro de la Embajada, su respuesta fue fascista y religiosa, sí: le hizo saber al Reino Unido que no negociaría nada, que cualquier concesión sería vengada y que los rehenes iraníes estaban encantados de morir como mártires y de subir al paraíso.
Author: Luis Alemany
Published at: 2025-06-10 22:24:52
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