En la estación de pruebas de armamento naval en California (Naval Ordnance Test Station), se diseñó un misil que combinara la capacidad de seguimiento del Sidewinder con una ojiva nuclear. Incorporaba también un sistema de radar pasivo, que le permitía identificar objetivos desde cualquier ángulo, incluso de frente, algo impensable para los misiles aire-aire de la época, que requerían estar detrás del objetivo para detectar el calor de sus motores. Curiosamente, la idea de un misil guiado con una pequeña carga nuclear sí se retomó años después en el AIM-26A Falcon, que aunque menos potente y veloz que el Diamondback, sí llevaba sistema de rastreo.
Author: Luis Ángel Márquez Flores
Published at: 2025-07-12 21:00:51
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