Esta fractura no es un defecto de fabricación, sino la cicatriz histórica de una colisión violenta, de heridas repetidas que se han abierto una y otra vez, y de un duelo colectivo que perdura en el subsuelo de la identidad nacional. Los templos fueron demolidos para construir iglesias con las mismas piedras, en una metáfora física brutal de la superimposición forzada de una cultura sobre otra.Esta fractura fundacional creó el “trauma de la chingada” del que hablaba Octavio Paz en El Laberinto de la Soledad: la sensación de un violación original, de una madre (la tierra, la cultura) violentada. • La grieta de la impunidad: la sensación de que la ley no aplica para todos, de que la verdad y la justicia son conceptos elusivos.
Author: vanessa.lozano
Published at: 2025-09-28 07:07:33
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