Dos maneras de ganar una guerra

Dos maneras de ganar una guerra


Aquellos a los que les disguste que la realpolitik se imponga al soft power, igual deberían darle una pensada a por qué ese soft power acabó convirtiéndose en un club de corrupción y compadreo, cuando no en un escaparate de la peor hipocresía woke. Qué le pregunten a Churchill qué pasó cuando tenía a muchos de sus soldados atrapados en la playa de Dunquerque (lo que pasó allí es tanto o más revelador que lo que pasó en Normandía…) y no podía ir a rescatarlos sin poner en peligro a la flota británica. Sí podemos tomar nota de cómo el Papa más populista de la Historia, Francisco —que seguramente lo era porque en ese momento era lo que tocaba, era la mejor manera de influir— se las ha arreglado para tener discretos y estrechos lazos con China.

Author: Anna Grau


Published at: 2025-05-11 20:21:25

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