En estos días, el mundo está dividido entre quienes piensan que Donald Trump es un chiflado insensato que nos lleva de cabeza a la primera guerra económica mundial convencido de que los aranceles son una buena idea y quienes piensan que el presidente de EE.UU. solo es un gran negociador que amenaza con el armageddon arancelario nada más que para conseguir, desde una posición de fuerza, mejores acuerdos comerciales para su país. Pero podríamos considerar una tercera idea al hilo, no solo de los acontecimientos, sino de las cosas que dice el propio Trump, que a menudo es un libro abierto sobre sí mismo. Pocas horas antes de pausar la mayoría de los aranceles que impuso la semana pasada, decía Trump que los países le estaban “besando el culo” por llegar a un acuerdo que superara la situación.
Author: María Álvarez
Published at: 2025-04-09 20:17:43
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