El GLP-1 es una hormona que libera el organismo en el intestino y que reduce la ingesta de alimentos porque aumenta la sensación de saciedad, enlentece el vaciamiento gástrico y potencia la secreción de insulina, la hormona que secreta el páncreas y que regula los niveles de azúcar en la sangre. Por un lado, dice la OMS que como máximo estas drogas podrían beneficiar a 100 millones de personas, que es menos del 10% de quienes viven con obesidad en el mundo y, en ese sentido, que no contribuyan a aumentar la desigualdad en el acceso (son drogas caras) y que se utilicen bajo prescripción médica junto a plan de alimentación y ejercicio físico. También existe preocupación acerca de la autoprescripción de las inyecciones en personas que no son obesas ni diabéticas, una realidad de la que dio cuenta recientemente un artículo publicado en Obesity, que analiza el fenómeno desde una perspectiva psicológica y social y advierte que la expansión del uso avanza más rápido que la generación de datos científicos.
Author: Gabriela Navarra Camerucci
Published at: 2025-12-09 18:00:18
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