Díaz Ayuso en 'El país de Manuelito'

Díaz Ayuso en 'El país de Manuelito'


Los dos fueron caminando, vendiendo lo que tenían y cobrando; pasaron por un páramo, cogieron varios autobuses hasta llegar, ya en la noche, al chota para cobrar, ahí Manuelito conoció a Benedixión, los dos pidieron posada y descansaron, durante la noche, Pedro y Benedixión quedaron de acuerdo en que Benedixión iba a llevar con él al niño ya que no podía continuar su viaje con su amigo porque ya iba a viajar, así que Manuelito se despidió de Pedro prometiéndole que le escribiría y que van a volver a encontrarse y se fue a Esmeraldas con su nuevo amigo (…). En este lugar se dio una reunión entre los artistas y artesanos donde compartieron sus talentos con los demás, Manuelito no quería que este encuentro terminara pero bueno (…) de nuevo llegó el mensajero avisando que los patrones iban a adoptar al niño y que no siga huyendo, Manuelito no iba a acceder así que tuvo lo oportunidad de viajar con un ceramista de Cotopaxi y fueron a esa ciudad, ya en el hogar del alfarero disfrutaron muchas cosas del trabajo y varios cuentos, un domingo mientras Manuelito veía jugar a los mayores jugar fútbol y todos los participantes llegaban en bicicletas, así que un niño, el más travieso cogió una bicicleta sin permiso y se dirigió directamente hacia Manuelito pasando sobre sus piernas y fracturándole la tibia, Manuelito fue al hospital donde le enyesaron la pierna y tuvo que quedarse en reposo en su casa por largo tiempo, mientras reposaba sus amigos lo venían a ver y también su perro "Cotopaxi" lo acompañaba pero, siempre que lo visitaba Rosita el niño sentía algo más que solo amistad, cuando Manuelito se sintió mejor y vio la necesidad de seguir su camino pero antes Manuelito y sus amigos organizaron una excursión a la que Rosita también fue y los dos niños tuvieron la oportunidad de estar juntos, después de un largo camino llegaron a un pueblo en donde encontraron a un hombre que les contó varios cuentos. Manuelito se quedo en Ambato con su profesor que fue guía de la pasada excursión, con un zapatero e hiso amistad con el hijo del mismo y también con la compañía de Cotopaxi su perro, en las noches Manuelito solía soñar muchas cosas sobre sus parientes, parecían cuentos pero su perro siempre lo despertaba cuando veía que su amo no podía dormir tranquilamente por sus sueños, un día Manuelito decidió despedirse y continuar pero a nadie le contó el verdadero motivo de su partida que era que sus parientes lo esperaban por lo menos eso había soñado, y viajó a Riobamba, de Riobamba a Cuenca y en todo el viaje lo acompañó el poeta que le había contado las historias en la excursión y su fiel compañero Cotopaxi, en cuenca se quedó un tiempo y luego continuó solo con su perro y fue a Loja, la provincia de papel, en donde antes de partir visitó el valle de los hombre de cien años, en este valle los hombre más jóvenes tenían 60, 70 y 80 años con los cuales conversaron, se quedo largo tiempo aquí pero le hacía falta joven amistad activa y duradera así que partió con rumbo desconocido, entre bajadas y subidas del ómnibus en el que viajaban Manuelito y Cotopaxi llegaron a un lugar en donde el cacao se secaba en los patios de las casas, los dos buscaban la dirección de los parientes de Manuelito llegaron a una casa con loros y monos, era la dirección del papel pero no había nadie una vecina les dijo que los encontrarían en un parque, que habría una gran carpa y los dos corrieron sin saber que serían sus últimos apuros de libertad, llegaron a la gran carpa, entraron y había una especie de reunión a donde concurrió mucha gente, los dos se acomodaron donde pudieron y esperaron hasta que todo terminó, allí esperaban a Manuelito sus dos primos que los llevaron a la casa de los monos y loros, al parecer era una especie de casa naturista donde vendían animales exóticos, velas, ungüentos, etc.

Author: Agapito Maestre


Published at: 2025-04-06 19:54:01

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