De hecho, para el votante de izquierda un fiscal general del Estado es una figura muy poco movilizadora, no enciende precisamente las pasiones políticas. Las togas y puñetas, el lenguaje jurídico, su condición de autoridad del Estado, su presencia en ceremonias solemnes, la obediencia jerárquica y por supuesto su papel de acusador. No es el héroe de la democracia por el que uno se partiría la cara.
Author: Isaac Rosa
Published at: 2025-06-10 20:09:32
Still want to read the full version? Full article