El impulso inicial vino derivado de las necesidades de rellenar los arsenales ante el primer conflicto armado en 20 años en las puertas de Europa y los traspasos de material al país presidido por Volodimir Zelenski, que, en muchas ocasiones, sirvieron también para evidenciar que mucho armamento constaba en el inventario, pero estaba lejos de poder ser aprovechado en un conflicto en pleno siglo XXI. Tres años después, los Estados miembro ya acumulan un esfuerzo relevante en sus presupuestos para afrontar la nueva realidad en defensa, sin embargo no tiene nada que ver con el impulso que se espera a partir de junio a raíz de la llegada de Donald Trump y sus exigencias de que los miembros de la OTAN pasen a gastarse un 5% del PIB en esta partida, una medida cada vez más aceptada entre los miembros de la alianza y que lleva meses haciendo volar en bolsa a las empresas europeas del sector, cuya realidad ha cambiado drásticamente respecto al primer trimestre de 2022. Según el análisis realizado por EL MUNDO, las 11 mayores compañías de defensa en Europa cerraron marzo acumulando pedidos por casi 400.000 millones de euros, un trabajo pendiente que se dispara un 61% respecto al que estas empresas acumulaban en marzo de 2022, poco después del arranque de las hostilidades en Ucrania y solo una parte del volumen de nuevos proyectos que estas compañías esperan incorporar en los próximos años.
Author: José M. Rodríguez Silva
Published at: 2025-06-01 20:54:58
Still want to read the full version? Full article