Ahora bien, aunque en el Territorio del Norte no está permitido matar masivamente a los cocodrilos debido a esa protección, pero si se han aprobado planes para aumentar la cuota de cocodrilos que se pueden matar anualmente de 300 a 1.200 con el objetivo de controlar la población. Organizaciones ecologistas denuncian que esas granjas que suministran a marcas de lujo amontonan a los cocodrilos jóvenes en piscinas grupales, donde se estresan y es más fácil que contraigan enfermedades como la salmonela y otras infecciones bacterianas que no sólo afecta a los reptiles, sino a los trabajadores y al resto del hábitat. Las peleas entre ecologistas, cría intensiva y que no entiende de ética, políticos y descendientes de la población aborigen es una constante, pero pese a todo, la evidencia es que hace 60 años casi acabamos con estos grandes reptiles que, ahora, vuelven a poblar con un buen número de ejemplares las tierras que les pertenecieron.
Author: Alejandro Alcolea
Published at: 2025-04-06 18:00:20
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